Las dudas siguen en el Real Madrid y Pellegrini está en la boca del lobo. El tiempo corre en contra del chileno y tiene como límite el partido del Camp Nou para hacer que cambie la mala racha a la que está sometida el equipo.
Esta semana, no es un jugador el que está mal, sino que es un entrenador el que corre peligro. Pellegrini llegó al Madrid en una época en la que los madridistas están ansiosos por conseguir títulos y más concretamente el triplete soñado. Pero el club blanco no está de enhorabuena y ya no podrán conseguir este reto como su contrincante el Fútbol Club Barcelona.
El culpable de esto, un equipo de segunda: el Alcorcón. Se les ha cruzado por el camino y les ha cortado la racha ganadora. En el último partido en copa contra este equipo, Pellegrini salió al campo a por todas, pero no lo consiguió y sus jugadores sólo consiguieron un gol que no les llevaba a nada. Sus cambios, y las decisiones parece que no convencen a los aficionados y el técnico se llevó una bronca de órdago en el Bernabéu.
Los pitidos comenzaron a sonar por el mal juego que hacía el equipo, pero la gran pitada sería unos minutos más tarde cuando Pellegrini decidió cambiar a Lass, el jugador que mejor lo estaba haciendo durante todo el encuentro. Aquí se armó y el público pidió la dimisión del técnico sin ningún miramiento, quieren que se vaya ya o la temporada se puede complicar desapareciendo de las competiciones.
Los aficionados tienen claro de quién es la culpa de todo, pero por los altos cargos parece que esto no está muy claro. Las altas esferas siguen callados y sentados en el palco. Aun con todo, de momento, el chileno sigue al frente del equipo sin preocuparle mucho lo que sucedió en el Bernabéu, las críticas parecen importarle bastante poco y más si sigue teniendo el respaldo del presidente.
Aunque esto parece acabarse y según ha informado Ulises Sánchez-Flor los dirigentes del Madrid se han marcado como fecha tope el 29 de noviembre, partido importante contra el Barça, para ver si cambian de entrenador o se sigue apostando por Manuel Pellegrini. Un examen que sin duda será muy complicado para el técnico. Aun con todo… ¡Mucha suerte Pellegrini!
Esta semana, no es un jugador el que está mal, sino que es un entrenador el que corre peligro. Pellegrini llegó al Madrid en una época en la que los madridistas están ansiosos por conseguir títulos y más concretamente el triplete soñado. Pero el club blanco no está de enhorabuena y ya no podrán conseguir este reto como su contrincante el Fútbol Club Barcelona.
El culpable de esto, un equipo de segunda: el Alcorcón. Se les ha cruzado por el camino y les ha cortado la racha ganadora. En el último partido en copa contra este equipo, Pellegrini salió al campo a por todas, pero no lo consiguió y sus jugadores sólo consiguieron un gol que no les llevaba a nada. Sus cambios, y las decisiones parece que no convencen a los aficionados y el técnico se llevó una bronca de órdago en el Bernabéu.
Los pitidos comenzaron a sonar por el mal juego que hacía el equipo, pero la gran pitada sería unos minutos más tarde cuando Pellegrini decidió cambiar a Lass, el jugador que mejor lo estaba haciendo durante todo el encuentro. Aquí se armó y el público pidió la dimisión del técnico sin ningún miramiento, quieren que se vaya ya o la temporada se puede complicar desapareciendo de las competiciones.
Los aficionados tienen claro de quién es la culpa de todo, pero por los altos cargos parece que esto no está muy claro. Las altas esferas siguen callados y sentados en el palco. Aun con todo, de momento, el chileno sigue al frente del equipo sin preocuparle mucho lo que sucedió en el Bernabéu, las críticas parecen importarle bastante poco y más si sigue teniendo el respaldo del presidente.
Aunque esto parece acabarse y según ha informado Ulises Sánchez-Flor los dirigentes del Madrid se han marcado como fecha tope el 29 de noviembre, partido importante contra el Barça, para ver si cambian de entrenador o se sigue apostando por Manuel Pellegrini. Un examen que sin duda será muy complicado para el técnico. Aun con todo… ¡Mucha suerte Pellegrini!
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