No pega patadas como su compañero de equipo, en el último partido no se le vio el pelo y cuando aparecía fallaba, y por si esto fuera poco no sale de titular en algún partido. Lo que sí sabemos es que es francés, al Madrid le ha costado 35 millones de euros y le está plantando cara a un descentrado Pellegrini. Sí, es quién pensáis, Karim Benzema, que esta semana es nuestro elegido para ser el jugador menos acertado por su partido de liga, pero también por no tener pelos en la lengua y crear el primer conflicto con su técnico.
El Madrid en el partido contra el Sevilla, no contaba con su jugador mediático, Cristiano Ronaldo, pero tenía que sacar el partido adelante porque sino ganaban, el ratón se le escapaba, y así fue. El gato le seguirá persiguiendo pero más de lejos, porque el ratón no puede estar en mejor situación.
Así pues, con la ausencia de CR9, Benzema apareció de titular en el Sánchez Pizjuan, esta vez contento porque formaba parte del once inicial. Pero la alegría le duró bien poco, hasta que se le torció la oreja cuando el técnico merengue decidió cambiarlo.
Todos los puntos de mira del encuentro estuvieron en Kaká y el francés que estaba completamente muerto en el juego. Pellegrini dió en el clavo sustituyéndolo. Le llegaban balones y desaprovechaba oportunidades sin darle ninguna pena. En definitiva, su juego no correspondía con el dinero que Florentino Pérez ha pagado, pero a él parece no importarle.
Lo que si parece afectarle es que Pellegrini lo saque de titular y que luego lo sustituya. Benzema debe seguir todavía en otro mundo y no en el de los “galácticos”, y aún no se ha enterado que está en un club tan histórico como el Real Madrid y que hay algunas figuras intocables como Raúl que le hacen la competencia.
Él lo tiene claro, y sin dudarlo le ha mostrado su enfado al mister, ya no sólo por ser siempre uno de los jugadores sustituidos sino porque el delantero considera que le perjudica jugar con Raúl en las posiciones de ataque porque su juego se solapa con el del capitán.
De momento un gallo, ya ha cantado, lo que tenemos la duda si los demás escogerán tararear algo sin decir nada en concreto o preferirán guardar silencio para que no se salten más chispas dentro del club. Lo que sí es claro, es que el delantero tiene que procurar jugar más con el pie que con la boca, y ganar partido a partido juegue el tiempo que juegue.
El Madrid en el partido contra el Sevilla, no contaba con su jugador mediático, Cristiano Ronaldo, pero tenía que sacar el partido adelante porque sino ganaban, el ratón se le escapaba, y así fue. El gato le seguirá persiguiendo pero más de lejos, porque el ratón no puede estar en mejor situación.
Así pues, con la ausencia de CR9, Benzema apareció de titular en el Sánchez Pizjuan, esta vez contento porque formaba parte del once inicial. Pero la alegría le duró bien poco, hasta que se le torció la oreja cuando el técnico merengue decidió cambiarlo.
Todos los puntos de mira del encuentro estuvieron en Kaká y el francés que estaba completamente muerto en el juego. Pellegrini dió en el clavo sustituyéndolo. Le llegaban balones y desaprovechaba oportunidades sin darle ninguna pena. En definitiva, su juego no correspondía con el dinero que Florentino Pérez ha pagado, pero a él parece no importarle.
Lo que si parece afectarle es que Pellegrini lo saque de titular y que luego lo sustituya. Benzema debe seguir todavía en otro mundo y no en el de los “galácticos”, y aún no se ha enterado que está en un club tan histórico como el Real Madrid y que hay algunas figuras intocables como Raúl que le hacen la competencia.
Él lo tiene claro, y sin dudarlo le ha mostrado su enfado al mister, ya no sólo por ser siempre uno de los jugadores sustituidos sino porque el delantero considera que le perjudica jugar con Raúl en las posiciones de ataque porque su juego se solapa con el del capitán.
De momento un gallo, ya ha cantado, lo que tenemos la duda si los demás escogerán tararear algo sin decir nada en concreto o preferirán guardar silencio para que no se salten más chispas dentro del club. Lo que sí es claro, es que el delantero tiene que procurar jugar más con el pie que con la boca, y ganar partido a partido juegue el tiempo que juegue.
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